pintura de John William Waterhouse - 1903 - |
Eco era una ninfa
que contaba maravillosas historias
con su dulce y prodigiosa voz.
El dios Júpiter, mantenía entretenida a su esposa Juno
con aquellas historias que contaba/cantaba Eco
mientras él tonteaba con otras ninfas.
Juno se da cuenta del engaño
y acomete contra Eco un castigo cruel:
Le retira su poder de expresión, su voz,
sólo podrá repetir los últimos sonidos de lo que oiga...
Eco, se recluye en el bosque
donde queda prendada del bello Narciso.
donde queda prendada del bello Narciso.
Narciso
nota su presencia y dice:
¿Hay alguien aquí?
Y Eco: aquí, aquí!
Y él: Ven!
y ella: ven, ven!
Así, hasta salir huyendo Narciso...
Así, hasta salir huyendo Narciso...
Despreciada,
Eco se recluye en una cueva
hasta consumirse todo su cuerpo
y convertirse en sólo una resonante voz...
Pero el castigo llega también para Narciso...
Un día claro y luminoso,
después de un intenso día de caza, regresa al bosque
y se acerca al manantial para refrescarse.
Mientras calma su sed,
queda arrebatado por la imagen que allí ve,
su propia imagen,
su propia imagen,
y ¡por fin! conoce
el amor.
el amor.
Quiere besar su imagen y
besa el agua...
Intenta abrazarla y
sólo consigue sumergir
sus brazos...
Ahí se queda, admirándose sin fin
hasta convertirse en flor.
✦
Para amenizar
esta leyenda que cuenta
esta leyenda que cuenta
Ovidio en sus Metamorfosis,
traigo esta bella "Canción del eco"
traigo esta bella "Canción del eco"
de la cantautora Christina Rosenvinge.
✦
qué bonitas historias Milena... :)
ResponderEliminary me encanta la Rosenvinge!!! ;)
Me encantan las leyendas y la Rosenvinge ;-)
EliminarMe gusta mucho la mitología pero no conocía la de Eco. Pobrecita.
ResponderEliminarSaludos y buen día.
Ya podía haber arremetido Juno/Hera contra el marido Júpiter/Zeus...
EliminarBuen finde!
Vamos lo que viene siendo el dolor de la vanidad, el deseo de ser admirado... La vanidad convierte a las personas en rehenes de la imagen que quieren dar a los demás.
ResponderEliminarBuen finde Milena ena ena ena...
Peligrosa vanidad...
EliminarDiviértete Moneypenny peni peni peni...
No conocia estas historias, interesantes, y hermosa la cancion.
ResponderEliminar:)
Un placer Andrea, feliz finde!
EliminarMe parece injusto el castigo para Eco, aunque tal vez Narciso se lo merecía por vanidoso.
ResponderEliminarJeee... creo que Narciso salió ganando convirtiéndose en flor... por cierto, es ahora cuando florecen los narcisos...
EliminarPues si, que culpa tenía la pobre Eco. Pero ya se sabe, los dioses tienen muchos caprichos (Caprice des Dieux. Camembert jejeje)
ResponderEliminarEs una historia muy curiosa y de las más conocidas de la mitología.
La canción me encanta; le ha sacado jugo a la historia. La tengo en otra versión de la misma Cristina.
Saludossssssssssssss
A caprichos no hay quién les gane a estos dioses griegos y romanos, que poco dioses son, por dios... es como si les hubiese tocado la lotería... y no acababan nunca de comportarse como dios manda, en fin...
EliminarLa versión de "La canción del eco" de este vídeo corresponde a la de su box set "Un caso sin resolver". Quizás la que tienes es la de "La joven Dolores" (?)
Abrazos!
Cuanto tiempo hace que no escuchaba a Cristina antes cada dos por tres salía en algun lugar...bonita canción .
ResponderEliminarQue vanidososo eran los dioses de la Mitología no soportaban que se les hiciera sombra: para eso eran superiores...Hoy son un reflejo de una cultura pero muchos de sus razonamientos nos sirven de ej. hoy en día...
Un abrazo feliz Semana Santa.Milena.
Estos dioses... ;-)
EliminarFelices días Bertha, disfruta de las vacaciones!
Un abrazo!
Conocía la leyenda y me ha encantado recordarla..
ResponderEliminar...voy a escuchar a la Rosenvinge...
Besos,Milena!
Pues disfruta Blogos, seguro que te gusta la Rosenvinge.
EliminarBesos!
Q bonito lo has contado
ResponderEliminarLa conocía pero, ha sido bonito esucharla/leerla en tu blog
No conocía esta canción de Rosenvinge!!
BESOS
Buen finde
Estos días te cuento
A
Ya me cuentas...
EliminarPásalo bien, besos!
Milena se ve que te gustan las leyendas y esta, aunque ya la conocía, escrita por ti y acompañada de la música de Christina Rosenvinge, me parece mucho más bonita.
ResponderEliminarUn abrazo,
María
Gracias María, la verdad que Christina R. ha hecho una canción preciosa.
EliminarUn abrazo!
Interesante y bonito, cómo todo lo que nos enseñas.
ResponderEliminarEstoy en St. Pete, FL y ayer fuí al museo Dalí. Una de las obras se llamaba: ¨Solitude: Anthropomorphical Echo¨ y me agarré al concepto para unirlo a tu relato.
http://www.wikipaintings.org/en/salvador-dali/solitude-anthropomorphic-echo
En el enlace puedes ver la imagen del cuadro. He intentado ponerla aquí, pero no sé. Sería interesante verlas juntas (las imágenes).
bss
Gracias Isabel. El cuadro me encanta, si lo llego a conocer lo hubiese puesto...
EliminarEn comentarios creo que no se pueden meter imágenes, es una pena... pero en el link que pones se va perfectamente a la imagen.
Disfruta en FL y recuerdos a tu hermana
wowwwwwwwwwww adoro a Christina!!! Un besazo y feliz Semana Santa!! ahh y la leyenda estupenda! ehhh! :-)
ResponderEliminarUn besazo Nieves, disfrutad de la semana!
EliminarQue bellos son siempre los pasajes mitológicos, pero cuan mal encarados fueron siempre los dioses.
ResponderEliminarY no solo los pertenecientes a Grecia o Roma, sino desde el mismo yavhé (que hacía llover fuego y azufre, e implementaba castigos a diestro y siniestro) hasta allende los mares con los viracocha o quetzalcoalt (que también hacían lo propio), pasando por los odín de turno etc, etc...
Como dijo aquel "defendamonos de los dioses" jejeje...
Precioso relato Milena.
Un abrazote.
Sí Ficus, parece que de eso se trata... de un extraño juego en el que hay que avisparse y salir bien-parado...
EliminarAbrazote!
Me ha gustado mucho, el post, la canción, el mito...es uno de mis favoritos ;)
ResponderEliminarTambién es uno de mis favoritos... dice tantas cosas... es un mito infinito...
EliminarMe encanta la leyenda, no la conocía...Gracias Milena, bss
ResponderEliminarGracias Eva, feliz semana!
Eliminar