De viaje o cuando tengo que estar en alguna sala de espera, suele acompañarme
por turno, algún libro de bolsillo, de esos finitos, que casi no pesan ni ocupan sitio.
Uno de esos libritos es
Os traigo hoy una de sus fábulas,
me ha dado qué pensar:
El hacha y el mango.
Un hombre que en el bosque se miraba
con un hacha sin mango, suplicaba
a los árboles diesen la madera
que más sólida fuera
para hacerle uno fuerte y muy durable.
Al punto la arboleda innumerable
le cedió el acebuche; y él contento,
perfeccionando luego su instrumento,
De rama en rama va cortando a gusto
Del alto roble el brazo más robusto.
Ya los árboles todos recorría;
y mientras los mejores elegía,
dijo la triste encina al fresno: "Amigo,
¡infeliz del que ayuda a su enemigo!".
☤
¡Feliz semana!
Antes siempre me llevaba aquel que estuviese leyendo. Craso error porque si pesaba demasiado tenía que cargar pero aprendí la lección y ahora siempre va la poesía.
ResponderEliminarSaludos y feliz comienzo de semana, Milena
Sí eso también me pasaba, ahora opto por llevar uno o dos ligeros de medidas y peso, y lo pillo casi al vuelo, lo que salga...
EliminarAl enemigo ni agua.
ResponderEliminarBesos.
Eso
Eliminarqué buena! nunca había leído esta fábula!
ResponderEliminarPues esta tampoco la conocía...
EliminarHace "miles de años" que no releía alguna fábula de Samaniego. De esta tengo un remoto recuerdo. Ahora la veo de otra forma.
ResponderEliminarSi yo fuera el leñador... haría lo mismo.
Y si fuera un árbol, respondería de la misma forma que aquí responden los árboles.
Al menos eso creo.
Da que pensar, esta fábula, no?
Saludosssssssssssss
Me parece que el leñador no es consciente de que esta destrozando... Una cosa es que te den vía libre, y otra aprovecharse, no respetar... y eso le pasa al leñador... en fin, da que pensar.
EliminarYo hace 'mil años' leía a La Fontaine, bueno de pequeña, como cuentos, la verdad que tienen su miga...
Saludotes!
Hay que volver a releer esas sabias fábulas!
ResponderEliminarBesos,Milena!
Cuando tengo ocasión me planto un librito de esta colección en el bolso, tienen buen tamaño, aunque a veces a los pobres solo les paseo...
EliminarUn libro es una compañía ideal para una larga espera. Es casi mejor que un amigo porque cuando no tenemos ganas de hablar no nos insiste, ja, ja.
ResponderEliminarJaja... bueno, las conversaciones también están bien, se aprende mucho y se comunica ;D
EliminarUma ótima dica para as longas esperas.Sempre esqueço de levar um livro para essas horas. Ultimamente tenho levado meu crochê para me distrair. Anotei o nome do autor que estas lendo, sempre é bom conhecer novos autores.
ResponderEliminarTenha uma ótima semana.
Ay el ganchillo es estupendo y además te haces una colcha en cuatro o cinco citas...
EliminarEs más o menos: en la caridad entra la peste...Tiene mucho sentido esta fábula y mas en estos tiempos de tanto arribista que todo vale la cuestión es conseguir el objetivo aunque perjudique.
ResponderEliminarFeliz semana Milena besos.
.
Bueno lo de "por la caridad entra la peste" un poco, es verdad... que por ayudar, luego resulta que sales perjudicado...
EliminarFeliz semana Bertha
Interesante, no la conocia, y da para pensar...
ResponderEliminar:)
Según el ánimo de uno o lo que se quiera ver, la fábula te cuenta una cosa u otra...
Eliminarvaya vaya con la fábula...
ResponderEliminarHmmm da q pensar, sí...
La cosa es que, hoy en día... no sé si pasaría... tanto trepa tanto trepa...
Pero vamos que: no muerdas la mano que te da de comer... y al final, siempre se muerde...
A mi me han mordido mucho, ojalá a ti no...
Muchos besos
Gracias por este rato de filosofía de la buena
A
Sí, el problema es que si uno va a su bola no se da cuenta de muchas cosas.
EliminarMe gusta esta fábula porque apela de alguna manera a que haya más conciencia...
A mí me habrán mordido todo lo que les haya dado la gana y más ;D pero creo que eso sirve para abrir más los ojos -y que no te siga pasando-.
También es importante ser consciente de no lastimar a los demás con las acciones o palabras, eso mucha gente se lo salta a la torera...
Mil gracias MissA, besos mil
Sabia fábula...Cuanta razón tiene..
ResponderEliminarBss Milena
La verdad que tiene mil lecturas y creo también que mucha razón.
EliminarBesos Eva
Caramba...
ResponderEliminarNo suelo tener enemigos... es una palabra superasquerosa y supernegativa y superpeligrosa... yo soy de las q prefiero ir por otro camino.
Yaaa es lo que también pensé al leerlo... peeero, creo que hay muchas lecturas. Seguramente el leñador no se ve enemigo, pero la encina lo ve como tal y en realidad lo es porque se está cargando las ramas de los árboles de cualquier manera... la palabra enemigo suena fatal, y uno tiende a rechazarla... pero seguramente "haberlos, haylos"... es impepinable -y absolutamente vinculable a este mundo- y hay que darse cuenta de ello... observar y si hay que enfrentarse a la situación, mejor hacerlo que huir.
EliminarQué casualidad, al peque le pidieron hace poco que llevase una fábula de Samaniego a clase de lengua y estuvo (estuvimos) un buen rato en internet buscando una que nos gustase especialmente. Esta no la vi, y como todas es un concentrado de sabiduría. Un besico :D
ResponderEliminarPues sí... y qué alegría... con las fábulas se aprende a ver las cosas desde diferentes puntos de vista!
EliminarUna cosa es evidente, cualquier elemento de la naturaleza, ya sea planta o animal, es mas noble y de fiar que el humano.
ResponderEliminarPreciosa fábula Milena.
Yo llevo un libro de Lovecraft (soy asín de friki, jejeje...)en la guantera del coche, pa esos menesteres que comentas.
Un abrazote.
Qué friki... Lovecraft... jeje...
EliminarBuena idea, en la guantera del coche...
Feliz fin de semana Ficus!
Preciosa fábula, siempre aprendiendo.
ResponderEliminarY ya, feliz fin de semana.
Gracias Sergio, feliz fin de semana!
EliminarAún así, quiero creer que la naturaleza, siempre más sabia que el Hombre, urdió algún plan contra el arma que tan fácilmente puso en manos del hombre del bosque.
ResponderEliminarBesos.