Ruega que tus días sean largos antes de la muerte
y llenos de placer y majestad;
ya que en la muerte
ya que en la muerte
no hay comodidad ni tampoco progreso ulterior,
ni podrás entonces levantar la vista y ver amanecer el día,
ni la luz en la tierra adonde vayas.
Vive y llénate de los días,
y muere cuando te llegue el día;
y no hagas mucho caso de la muerte
para que en tu día no coseches ninguna maldad.
☼
Un poema lleno de buenos consejos, y rematado por el mejor de todos.
ResponderEliminarUn abrazo
Jesús
Hola Jesús, lo encontré en una carpeta de mi padre...
ResponderEliminarUn abrazo
Milena