En estos días
espumas de hiel se disuelven.
El agua sale clara,
es agua refrescante que despeja la cara.
Estiro los brazos,
desaparecen los ruidos afelpados
de las contraventanas.
Cierro los ojos, los abro y
contemplo de cerca la curva de mis empeines.
Fue tu mirada
la que ilusionaba,
la que me impulsaba.
Es tu estimulante mirada
la que me hizo bailar, crecer, ser.

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