martes, 25 de enero de 2011

Ghee - Proceso de elaboración

El ghee es mantequilla clarificada.

Se usa para cocinar en vez de aceite o mantequilla, para untar en el pan
y también como crema corporal,  si se añaden aceites esenciales.





El proceso es fácil, pero hay que estar muy pendiente para que no se queme.

Se trata de calentar a fuego muy lento y durante más de media hora, medio kilo de mantequilla para lograr que por un lado se separen las proteínas lácteas y por otro que se evapore el agua que contiene la mantequilla.




Para ello, se pone simplemente a derretir la mantequilla en una cacerola preferiblemente de acero inoxidable y a fuego lentísimo y se va removiendo de vez en cuando con cuchara de madera para 
que las partículas de proteína se queden en los bordes del cacharro.

Al principio se verá que surge bastante espuma en la superficie.




En este punto hay que tener paciencia... remover de vez en cuando y cuidar ese fuego...

Estará cuando percibamos un olor característico a galletas de mantequilla: Pon mínimo media hora!




Al lado tendremos preparado un colador forrado con una gasa estéril -de las que venden en las
farmacias- encima del cacharro de cristal donde guardaremos el ghee o, como en este caso, encima de una jarra para verterlo en los frascos.




Esta tanda que muestro aquí la he hecho en varios frasquitos ya que luego, antes de que se enfríe el ghee, echaré aceites esenciales y lo usaré como crema corporal -es fantástica para los pies, para las cutículas, para los codos...




Calcula más o menos 20 gotas de aceite esencial puro en un tarro de 30 g, y échalo antes de que el ghee se enfríe.



  
Al enfriarse verás que cambia de color...


El ghee no hace falta guardarlo en la nevera y tiene vida útil ilimitada, y según la medicina Ayurvédica tiene múltiples propiedades.


¡Suerte y Salud!
                                         

miércoles, 19 de enero de 2011

Yoga Mudra Asana - variante



Siéntate sobre los talones, 
colocando los puños a cada lado 
del bajo abdomen.

Inspira 
profundamente 
colocándote erguido/a




y al exhalar, presiona con tus puños cerrados el abdomen, 
a la vez que te pliegas hacia delante hasta tocar el suelo con la frente.

Mantén la postura unos 10 segundos. 

Al inspirar te reincorporas, y al exhalar 
apoya las manos en las rodillas. 
Quédate así, unos segundos 
con los ojos cerrados.


Efectos:

La presión en el abdomen
provoca la expulsión de la sangre en la zona, y
al incorporarse, se estimula la circulación sanguínea, 
revitalizando así los órganos abdominales.



sábado, 1 de enero de 2011

Durga, la Invencible


La diosa hindú Durga es una manifestación salvaje de la diosa-madre.

Según la leyenda, los dioses no lograban vencer al demonio-búfalo Mashisha 
que amenazaba con destruir el Universo... y emitiendo una luz cegadora, 
crearon una bellísima y magnífica diosa con ocho brazos 
a la que llamaron Durga y dieron sus armas-atributos:

el primer brazo empuña la cola de un búfalo 

el segundo, una espada que significa heroísmo

el tercero, el vaso sagrado símbolo de la unidad 

el cuarto, la maza, que representa el vigor y la fuerza 

el quinto, la luna, imagen de la sabiduría 

el sexto, el escudo que aconseja prudencia y ánimo para defenderse 

 el séptimo, el estandarte que es la Ley 

el octavo agarra con fuerza el pelo del muñeco Maikasur
personificación del vicio, para que no se omita el castigo a los culpables.


Durga subió a la montaña a lomos de un león/ tigre/ toro bravo (según versiones) y 
venció a Mashisha y a toda su tropa de demonios en una batalla sangrienta, 
salvando así el Mundo...


Durga, 
destructora del mundo ilusorio, 
representa el poder de realización.

El león/tigre/toro 
simboliza el arrojo, la valentía.


 PAZ y LUZ