Estallaron nubes de cristal en mil pedazos y la tierra se cubrió de sangre y llantos.
Dime porqué no encuentras el paraíso si bien sabes que lo llevas dentro.
Es el infierno el que no te habita, el que aparece como protagonista con su peculiar lucha, el que es rival y nunca cede.
No nos olvidemos de disfrutar de mañanas gloriosas de brisas frescas y ecuánimes, de momentos redondos con aroma a vainas de sabor dulce.
No volaremos lejos, pero aquella mariposa blanca batirá suavemente sus alas escuchando las flores apuntando a un cielo despejado.
©Milena E
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