hay dos mundos ahí fuera, el mundo luminoso, lleno de vida, y de personas que quieren ser libres... y el otro mundo, el oscuro donde reina la muerte... no podemos hacer mucho por llevar luz ahí, pero lo poco que podamos hacer, es una obligación hacerlo...
¡Ay, Milena, qué maravilla de Haikus!! Dices “ReSolViendo”, pero es que tus haikus se ven, son escenas preciosas que unidas cobran un mayor sentido. Tus palabras son como dardos directos al corazón. Termino de leerlos y siento una paz inmensa. ¿Cómo, con tan poquitas palabras logras tanto? Magia, don, profundísima intuición de las palabras, tan bien combinadas para llegar directas… Y el título parece un juego musical, Re, Sol, Do, pero igual es cosa mía que ando muy musical! (Por cierto, la pieza de Shubert es hermosísima). Un abrazo enorme, preciosa Milena, cuánta paz me has dejado… Gracias…
Viendo al sol renacer en tus versos, mi querida MILENA .. y sí, como dice nuestro BEAU, hay dos mundo ahí fuera o a lo mejor, todos llevamos los dos mundos dentro y algunos proyectan más su oscuridad que su luz y por eso las torturas y el inmenso dolor que se genera… O quizá, bajo el mismo Sol se dan simultáneamente todo tipo de mundos, los luminosos y los tenebrosos... Mientras, esos ríos sonoros que son las vidas discurren alegres e inconscientes hacia ese final que de pronto se convierte en plácida senda cuando el río de la vida desemboca donde sea que desemboque .. pero suavecito y sin que duela: ) Y si de nuevo me vuelvo a colar .. jaja mejor no me lo digas, mantenme ignorante en mi estupidez ; ) Un besazo y que sigas ReSolViendotodos tan magníficamente estos preciosos amaneceres tuyos
Querida Milena que delicadeza la de estos haikus, tan contenidos y a la vez tan hondos. Leídos con Schubert de fondo parecen deslizarse como el agua de la canción: breves, luminosos, y con una melancolía serena que se queda resonando. Palabra, música y fotografía dialogan de una forma muy hermosa. Y cada imagen parece respirar a su propio ritmo, como si la música no acompañara los versos sino que los prolongara. Eres única para aunar sensibilidad y belleza. Recibe un fortísimo abrazo
hay dos mundos ahí fuera, el mundo luminoso, lleno de vida, y de personas que quieren ser libres... y el otro mundo, el oscuro donde reina la muerte... no podemos hacer mucho por llevar luz ahí, pero lo poco que podamos hacer, es una obligación hacerlo...
ResponderEliminar¡Ay, Milena, qué maravilla de Haikus!!
ResponderEliminarDices “ReSolViendo”, pero es que tus haikus se ven, son escenas preciosas que unidas cobran un mayor sentido. Tus palabras son como dardos directos al corazón. Termino de leerlos y siento una paz inmensa. ¿Cómo, con tan poquitas palabras logras tanto?
Magia, don, profundísima intuición de las palabras, tan bien combinadas para llegar directas…
Y el título parece un juego musical, Re, Sol, Do, pero igual es cosa mía que ando muy musical! (Por cierto, la pieza de Shubert es hermosísima).
Un abrazo enorme, preciosa Milena, cuánta paz me has dejado… Gracias…
Viendo al sol renacer en tus versos, mi querida MILENA .. y sí, como dice nuestro BEAU, hay dos mundo ahí fuera o a lo mejor, todos llevamos los dos mundos dentro y algunos proyectan más su oscuridad que su luz y por eso las torturas y el inmenso dolor que se genera… O quizá, bajo el mismo Sol se dan simultáneamente todo tipo de mundos, los luminosos y los tenebrosos... Mientras, esos ríos sonoros que son las vidas discurren alegres e inconscientes hacia ese final que de pronto se convierte en plácida senda cuando el río de la vida desemboca donde sea que desemboque .. pero suavecito y sin que duela: ) Y si de nuevo me vuelvo a colar .. jaja mejor no me lo digas, mantenme ignorante en mi estupidez ; ) Un besazo y que sigas ReSolViendotodos tan magníficamente estos preciosos amaneceres tuyos
ResponderEliminarUna resolución para Matricula de Honor, todos preciosos en lo que dicen y en la creación. Abrazos
ResponderEliminarQuerida Milena que delicadeza la de estos haikus, tan contenidos y a la vez tan hondos. Leídos con Schubert de fondo parecen deslizarse como el agua de la canción: breves, luminosos, y con una melancolía serena que se queda resonando. Palabra, música y fotografía dialogan de una forma muy hermosa. Y cada imagen parece respirar a su propio ritmo, como si la música no acompañara los versos sino que los prolongara. Eres única para aunar sensibilidad y belleza. Recibe un fortísimo abrazo
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