Soñadora, la tortuga que había cumplido más de cien años,
caminando y caminando seguía por aquél adusto sendero caminando…
Pensaba que así a algún lugar colorido llegaría, o mágico quizás;
y por ello nunca se cansaba de caminar y caminar, aunque un poco sí…
Entonces paraba un rato, sonreía y disfrutaba del sol en su caparazón.
A todo el que se cruzaba, le decía: caminemos sin parar hasta reventar, ya que la vida hay que aprovechar…
Un día salió a su paso una libélula, volaba por encima de la tortuga y le dijo que así, caminando y caminando, nunca llegaría a la magia colorida… pero que ella no sabía mucho, tan sólo volar y volar, y también revolotear.
No se entretuvo mucho más ya que la tortuga Soñadora de más de cien años no la quiso escuchar, sólo confiaba en sí misma y en su propia imaginación.
Y así prosiguió aquella tortuga Soñadora, caminando y caminando, por aquél camino árido y desolado… cumpliendo años y años…
Y colorín colorado
este cuento se ha acabado 🐢
Hoy se cumplen quince años de revolotear en este En danZa 🧚
Gracias a todos los que pasáis por aquí,
por vuestro apoyo y cariño, por vuestras interpretaciones,
sois sin duda una parte fundamental de En danZa ✨
Te felicito Milena por esos quince años de En Danza y ahora adelante, cien años más como la tortuga, pero siempre "en danza" sin aguantar el peso del caparazón.
ResponderEliminarAbrazos.