Al llegar el ocaso
se dibujó en el cielo
una inmensa mariposa roja
Abanico de fuego
que conseguí
atrapar.
©Milena E
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fotografía de Lois Greenfield
foto de Andrey Stanko
fotografía de Gene Schiavone
Fotografía de Svetlana Belyaeva
fotografía de Gene Schiavone
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Preciosos versos, querida Milena. Y estas fotografías que compartes, son tan artísticas, danzan al compás de tus palabras. Hermosa composición la de tu publicación.
ResponderEliminarQue tengas una feliz tarde, preciosa.
Un beso enorme.
La mariposa y los pasos de danza, lo has atrapado todo y has vestido tu blog de arte. Un abrazuco
ResponderEliminarCómo me gusta esta palabra! en cuanto te la leí, me vine corriendo a disfrutar de tu arrebolada y preciosa entrada, porque además, se siente ese rojo subiendo por todas partes donde se mire y escuche, mi querida MILENA, tremendamente visual todo hoy aquí, precioso fragmento de ballet y muy a punto para este post!
ResponderEliminarUn besazo mariposa roja,
ahora que lo pienso, la blogosfera tb está llena de maravillosas mariposas : )
qué bonita danza y qué bonita palabra, arrebol... cuidado no acabes como Ícaro ;)
ResponderEliminarLa vi, vi a esa mariposa roja extendiendo sus alas sobre el manto arrebolado del cielo. Un abanico de belleza, versos, imágenes y música.
ResponderEliminarBesos dulces mil.
Enhorabuena Milena, has llenado de arte la entrada, con un texto precioso y unas fotazas mágníficas y como broche de oro a María Khoreva del Ballet de D. Quijote-
ResponderEliminarMi aplauso y un fuerte abrazo, preciosa.