Sabía que saldría a flote, me había hecho a resistir una y otra vez, a impulsarme cuanto más querían aplastarme. La presión que ejercían sobre mí me ahogaba, lograba apagar un tiempo mis fuerzas, pero siempre conseguía más y más fuelle para no salir derrotada… Con meraki refresqué mente y pasión, y pude seguir sumergiéndome en el arte de la entrega.
Aquella noche, en sueños, floté boca arriba sobre el agua ‘haciendo el muerto’ hasta diluirme, me agüé en un placentero relax que me hizo revivir de nuevo.
*meraki (µεράκι): poner el alma, amor y creatividad en aquello que se realiza
-recordaréis que el de grulla del año pasado resultó realmente impactante
aunque nada que envidiar al fabuloso vestido rojo que llevé esta vez, sandalias a tonoy mi preciosa máscara de pantera para disfrutar de la fiesta más espectacular del año.
Llegué puntual, y como siempre, Dulce, más guapo que nunca, con maravillosa máscara de tigre, me saludó en la entrada.
Se acercó un apuesto camarero con una original bandeja portando en ella distintas tarjetas plásticas con flores -luego pude comprobar que eran llaves-… y escogí la magnolia, -qué gran selección de flores y mmmm qué intenso aroma se desprendía… seguí hasta el salón donde tocaba la orquesta… bailé y bailé hasta que se fue llenando aquella fantástica pista…
¿Adónde me llevó aquella llave, os preguntaréis?… ¿Tendría algo que ver el simbolismo de la magnolia?
Os contaré que supe encontrar y abrir la puerta secreta de una habitación única y bien singular, con techo de luces y estrellas, suelo de musgo y flores, y paredes de bosque encantado… Y aquella flor se abrió...
Después de mucho tiempo sin publicar en el blog -¡el tiempo siempre jugando al escondite!- aquí dejo mi colaboración para la Asociación de Escritores Solidarios con cinco palabras que en esta ocasión regala a la Asociación la bailarina María Sanz. En el link están las normas (extensión máxima de 100 palabras, usar las palabras en el mismo orden...)